Dinastías coreanas: la condición de la mujer
“La mujer era considerada importante, pero no en un sentido de igualdad con el hombre respecto al aspecto económico y la capacidad de heredar, sino por su capacidad de “procrear” hijos –especialmente varones-“.
Eduardo Luciano Tadeo Hernández
Los Tres Reinos y Shilla unificada ¿sociedades patriarcales?
Hablar sobre la historia de Corea es un tema común para quienes tienen interés en conocer sobre el pasado a los dos lados del paralelo 38. Pero hablar de la mujer en esa historia es todavía un tema que demanda mayor atención por parte de los investigadores.
No es raro pensar que la sociedad en la península coreana ha sido siempre patriarcal. Esto sucede cuando limitamos el entendimiento del modus operandi de los coreanos a la práctica confuciana, la cual sin duda trascendió, eventualmente, a todos los niveles sociales. Sin embargo, esto no fue siempre así: cada dinastía tuvo variantes importantes.
Iniciemos desde el período conocido como el de Los Tres Reinos: Koguryo, Baekje, y Shilla que duró aproximadamente del 60 a.C. al 668 d. C. Especialmente en Shilla, la mujer ocupó un lugar importante en el ámbito social y en el poder. Tanto, que en dicho reino cerca del año 632 d.C. ocupó el trono una mujer: la reina Sondok. Su visión estratégica le permitió conservar unido al reino, a pesar de los ataques constantes por parte de los otros dos reinos, logrando también impulsar un acercamiento con la dinastía Tang para incrementar su seguridad.
En Shilla, la masculinidad tenía una interpretación interesante. Existían los llamados guerreros Hwarang, quienes tenían las características de ser muy “bellos”, además de conocer de literatura, guerra y asuntos sociales. Los parámetros de masculinidad y feminidad parecen haberse complementando.
Durante la Shilla unificada, 668-935 d. C., no hubo reinas en el poder, pero el confucianismo no era el sistema de pensamiento predominante, por lo que la cuestión patriarcal no estaba estrictamente establecida. Así, a pesar de ser el budismo la idiosincrasia dominante y lograr cierta armonía en el reino, la dinastía no logró una cohesión suficiente. Esto en gran parte se debió a las fuertes diferencias de identidad entre los miembros de lo que era antes Shilla, Koguryo y Baekje. La consecuencia de ello fue el levantamiento de guerreros Koguryo, quienes fundaron la siguiente dinastía: Koryo.
Koryŏ: la mujer “igual” al hombre.
La dinastía Koryo se inicia con una revuelta en el año 918 d. C., a la que finalmente la dinastía Shilla sucumbe en 935 d. C. El triunfo de Koryo podría ser considerado “la primera unificación de la península coreana”, a pesar de haber existido una previa con Shilla unificada. La razón: el territorio conquistado en esta ocasión ocupaba no sólo aquel de Shilla unificada, sino también trascendía más al norte, recuperando territorio administrado con anterioridad por Koguryo, y se extendía hasta el sur de la península.
El fundador, Wang Kon –posteriormente el rey Taejo– tuvo visión de tigre: a diferencia de lo ocurrido en Shilla unificada, logró captar a la élite de otros grupos poderosos casándose con las hijas de los hombres poderosos en diversas localidades. La mujer en este acontecimiento se utilizó como un medio de unión, el matrimonio provocó estabilidad no sólo en la sociedad, sino también en la dinastía. Es así –junto con diversas estrategias e instituciones- que Koryo evitó movimientos de rebelión por cuestiones de identidad. No obstante, no tuvo la capacidad de evadir los problemas ocasionados por las divisiones sociales. De este modo surgió un levantamiento militar, el cual fue contenido por fuerzas externas –mongolas- a principios del siglo XIII. El imperio mongol se impuso en la vida social, política y cultural de la dinastía. Como ejemplo diremos que los hijos de reyes de Koryo eran invitados a la capital del imperio, en Daidu, en donde tenían la oportunidad de formar parte de la “cultura más importante” en Asia en aquellos momentos.
Aún antes de la llegada de los mongoles, en la dinastía Koryo, había una supremacía del aspecto legal sobre los menesteres militares y en cuanto a los asuntos familiares, aunque había gran similitud con la China Tang, la principal diferencia era que en Koryo existía un equilibrio entre la línea patrilineal y la matrilineal. Por tanto, era estratégicamente importante mantener a hombres y mujeres dentro del grupo, inclusive en este período las mujeres podían heredar de manera similar a los hombres, lo que hacía de los hogares unidades económicas importantes. Esto tendría cambios muy importantes en la siguiente dinastía.
Choson: el establecimiento social del patriarcado
La nueva dinastía se inicia en 1392, pero las discusiones sobre el neo-confucianismo no eran del todo recientes. En Koryŏ había intereses por transitar hacia este tipo de ideas a fin de adoptarlas para el gobierno y para la sociedad en general. En Choson este interés se vuelve real.
Aunque la importancia de la aristocracia en Choson es un elemento similar a Koryo, lo cierto es que en términos políticos hubo cambios importantes. Por ejemplo, el control central tuvo lugar, se crearon gobiernos provinciales y se volvió necesario –seguramente con algunas excepciones- pasar los exámenes civiles para ocupar cargos.
Debido a la visión neo-confuciana sobre el comercio, a principios de la dinastía la actividad económica fue principalmente agraria. Esta idea de fertilidad trascendió al entornó familiar. La mujer era considerada importante, pero no en un sentido de igualdad con el hombre respecto al aspecto económico y la capacidad de heredar, sino por su capacidad de “procrear” hijos –especialmente varones-. Así, la mujer de Choson quedó sujeta a la autoridad masculina, y el hombre, el primogénito sobre todo, adquirió mayores obligaciones y beneficios con respecto a sus padres.
El neo-confucianismo se volvió la idiosincrasia más popular en los asuntos gubernamentales y en las relaciones sociales de manera gradual. El budismo y el chamanismo continuaron siendo relevantes para el pueblo y aún para los gobernantes. En un ámbito más bien de política regional se consolidó la participación de Corea en el sistema de relaciones tributarias con China, asumiendo el rol del hermano menor.
Ser el hermano menor no le garantizó su seguridad. Choson vivió invasiones importantes por parte de Japón, la llegada de religiones de occidente y las modificaciones del orden asiático a finales del siglo XIX, experiencias todas ellas que contribuyeron a su hermetismo. El resto de la historia es conocida, los japoneses a principios del siglo XX lograron alcanzar su interés, presente desde varios siglos antes, apoderarse de la península coreana en 1905 y hacerla su colonia en 1910, terminando con la dinastía más longeva en la historia de Corea.
La última noticia importante sobre una mujer de la casa real fue el asesinato de la reina Min en 1895 a manos de los japoneses. La mujer, entonces, adquirió la noción de víctima y su protección se convirtió en un elemento para crear identidad. Durante la ocupación japonesa la mujer coreana continuó siendo un elemento esencial para el fortalecimiento del nacionalismo.