“Cuando la cultura megalítica estaba presente, los dólmenes servían para marcar sepulturas y para fines rituales”.

Por Berenice Terrazas

Hay aún mucho por descubrir sobre la historia coreana, una nación casi tan antigua como China tiene riqueza abundante en su pasado. Nos queda por delante un largo camino de publicación de libros, ensayos e investigaciones históricas en idioma coreano y en lenguas extranjeras.

Y es que Corea es el país con mayor número de dólmenes en el mundo (que supone alrededor del 40% del total de los hallados a lo largo del globo), lo que conlleva a la existencia de vastos pueblos históricos cuyos sistemas sociales y políticos, creencias y rituales, artes y costumbres son de gran interés para arqueólogos y antropólogos.

Nótese que la cultura megalítica fue tal vez el primer movimiento global de la humanidad, cuando las comunicaciones era escasas…

Detalles locales

Los tipo de dólmenes –goindol en idioma coreano- que existen en la península son diversos: de mesa o septentrional, de tablero o meridional, clave de bóveda, etcétera.

Lo que comparten con las construcciones similares de Europa y del Norte de África es el conservar la incógnita de su extracción, transporte y disposición. ¿Existiría algún sistema común entre las distintas culturas?

Desde el año 1000 a.C. se practicaba la construcción de estos monumentos, por ello se cree que Corea fue el pionero del nordeste asiático en esta actividad antecesora de la arquitectura. La tendencia de su construcción se ubica en la época neolítica y en la Edad de Bronce.

El yacimiento de Gochang

Con 83.800 m2 es el grupo monumental más extenso de Corea. Se conocen como dólmenes de Jungnim-ri y se sitúan en el centro del pueblo de Maesan. Construidos a 15 o 50 metros de altura y con medidas que van desde 1 hasta los 5.8 metros, estas piezas fueron dipuestas a lo largo de las faldas de la montaña que va de Este a Oeste. Se calcula que fueron construidos hacia el siglo VII a.C.

Yacimientos de Ganghwa

Con 122.700 m2, este conjunto se encuentra en la Isla de Ganghwa, en la ladera de una montaña. Aquí se encuentran los dólmenes más altos y más antiguos de Corea.

Una de las rocas ubicadas en la parte superior de uno de los dólmenes se calcula que pese alededor de 300 toneladas.

Yacimiento de Hwasun

Ocupa una superficie de 310.000 m2. Al igual que los otros conjuntos, se sitúa en las laderas de las colinas, a un costado del río Jiseokgang. Se estima que el grupo de Hyosan-ri agrupa 158 monumentos y que el grupo de Daesin-ri conjunta 129 piezas.
La cantera de la que se extrajeron las piedras de este grupo fue localizada.

Su utilidad

Cuando la cultura megalítica estaba presente, los dólmenes servían para marcar sepulturas y para fines rituales.

Cuando hablamos de sepulcros nos referimos a aquellos reservados a la clase alta de la Edad del Bronce. Ello justifica la fuerza laboral pertinente para construirlos (entre 200 y 300 individuos). El surgimiento de clases en dicha época se debió a las brechas de riqueza, a las guerras y al sometimiento de otras poblaciones.

Ahí fueron enterrados patriarcas, miembros de la familia en el poder o guerreros muertos en la batalla.

Su importancia en la actualidad

De acuerdo a estudios arqueológicos los pueblos que realizaron estas construcciones no son ancestros directos de los coreanos actuales, por ello es que no lo valoran como una parte rica de su historia. Es en parte gracias a ello que no se invierte ni se avanza más en las investigaciones. Exhacerbado esto por un nacionalismo arqueológico marcado.

La mayoría de estos monumentos se han descubierto en los últimos 30 años y hay aún muchos sin excavar debido a tres aspectos: la propiedad privada de los terrenos en los que se encuentran, la complicación de los permisos gubernamentales y el respeto reverencial por las tumbas en la cultura coreana.

Ríos de tinta deben correr en tesis y libros que traten dicho tema, posiblemente un intercambio de investigadores y arqueólogos con Europa daría buenos frutos sobre el tema.

El estudio profundo de estos monumentos, los motivos de su posicionamiento geográfico y las técnicas de construcción, así como posibles excavaciones de las áreas cercanas, podrían ayudar a ampliar la escasa información existente acerca de esta época de la historia coreana, la cual podría tener un importante impacto en la historia asiática.